- Activistas y diputadas unen fuerzas para frenar a violentadores en el poder.
Tlaxcala de Xicoténcatl, Tlaxcala.- Desde el emblemático patio vitral del Congreso del Estado de Tlaxcala, la activista y feminista Yndira Sandoval encabezó un llamado urgente a la conciencia política y social: exigir la promulgación oficial de la Ley 3 de 3. Rodeada de mujeres de diversos sectores, Sandoval enfatizó la necesidad de impedir que agresores sexuales, deudores de pensión alimenticia y violentadores familiares puedan ocupar cargos públicos o de elección popular.
Con el respaldo de las diputadas Laura Yamili Flores Lozano y Blanca Águila Lima, quienes se comprometieron a presentar la iniciativa ante el pleno, las voces feministas alzaron la exigencia clara: ¡Ni un agresor más en el poder!.
Sandoval subrayó que esta reforma no cancela los derechos políticos de los aspirantes a cargos públicos, sino que busca salvaguardar el derecho de la ciudadanía, especialmente de mujeres e infancias, a una vida libre de violencia. “No basta con ser buenos legisladores, hay que ser valientes para cambiar estructuras que permiten que se use el poder como castigo contra las mujeres”, señaló.
La propuesta entregada a los legisladores contempla sanciones no solo para los agresores, sino también para los partidos políticos y autoridades electorales que les permitan contender por cargos, creando un sistema de filtros eficaces para evitar que estos perfiles dañinos accedan al poder.
Enfatizaron que, a nivel nacional, existen más de 35 millones de hogares con deudores alimentarios, una cifra alarmante que da contexto a la urgencia de esta reforma.
Finalmente, las diputadas del PRD advirtieron que insistirán en que la reforma no quede “en la congeladora legislativa”. “Esto no es una bandera partidista, es una lucha por justicia y dignidad. Y si no hay compromiso real, la ciudadanía lo recordará”, sentenciaron.
Las activistas advirtieron que no bajarán la voz hasta lograr que Tlaxcala se sume a los estados que ya han armonizado esta ley. La presión está sobre el Congreso local: o se ponen del lado de las víctimas, o seguirán siendo cómplices del sistema que protege a agresores.