En medio de la discusión de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la diputada federal de Morena, Olga Leticia Chávez Rojas, encendió el debate legislativo al revelar que utiliza inteligencia artificial para procesar iniciativas de ley en cuestión de minutos. La legisladora defendió el uso de herramientas como ChatGPT y lanzó un polémico mensaje a sus opositores: “¡Actualícense, ignorantes!”.
La declaración ocurrió el pasado 25 de junio, luego de que diputados del PRI criticaran la falta de tiempo para leer un documento de más de 500 páginas relacionado con reformas al sistema de seguridad pública. En respuesta, Chávez Rojas aseguró que la IA permite analizar rápidamente documentos legislativos extensos, en lugar de leerlos completos:
“205 páginas tiene el dictamen. Si nosotros metemos esta iniciativa en una inteligencia artificial, nos la puede deducir en 15 minutos… ¡Actualícense, ignorantes, actualícense!”, exclamó desde su curul.
Chávez Rojas, diputada plurinominal por Nuevo León y representante migrante que reside en California desde 1998, argumentó que el uso de estas tecnologías no solo es válido, sino necesario para agilizar los procesos legislativos. Su comentario generó reacciones inmediatas dentro y fuera del recinto parlamentario, dividiendo opiniones entre quienes celebran la modernización del Congreso y quienes cuestionan la ética y profundidad del análisis legislativo basado en resúmenes automatizados.
¿Qué se discutía?
La controversia estalló en el contexto de un paquete de reformas a la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que incluye disposiciones clave como:
- Facultar a la Secretaría de la Defensa Nacional para realizar labores de inteligencia sin necesidad de orden judicial.
- Permitir el acceso de la Guardia Nacional a bases de datos personales, geolocalización en tiempo real y datos conservados por empresas de telecomunicaciones.
- Eliminar controles judiciales en el uso de tecnologías de vigilancia.
Organizaciones civiles como R3D (Red en Defensa de los Derechos Digitales) han alertado sobre los riesgos de estas reformas, que podrían legalizar la vigilancia masiva sin salvaguardas y comprometer seriamente los derechos a la privacidad de la ciudadanía.
Aunque el uso de inteligencia artificial en distintas áreas del gobierno ha ido en aumento, el caso de Chávez Rojas abre un nuevo debate: ¿es ético y suficiente que un legislador vote a favor o en contra de una ley basándose en un resumen generado por una IA?
El fondo del debate
Mientras Chávez Rojas presume eficiencia tecnológica, la oposición señala violaciones al proceso legislativo y falta de transparencia. En este contexto, el uso de IA no es el problema en sí, sino la manera en que se sustituye la deliberación responsable con resúmenes automáticos y la rapidez con la que se procesan reformas clave para la seguridad y la privacidad de millones.
La diputada morenista no ha ofrecido disculpas por sus declaraciones, y al contrario, defendió su postura como un llamado a modernizar el Congreso. Mientras tanto, la sociedad civil y expertos legales encienden las alarmas: la tecnología puede facilitar procesos, pero no reemplazar el juicio político.