Ciudad de México, CDMX.- La Monumental Plaza de Toros México, el coso taurino más grande del mundo, anunció oficialmente la suspensión de las corridas de toros en la capital del país, tras la aprobación de la reforma conocida como “espectáculo taurino sin violencia”, impulsada y ratificada por el Congreso de la Ciudad de México.
En un comunicado difundido este martes, la Plaza México calificó como “inviable, técnica y jurídicamente” la realización de espectáculos taurinos bajo las nuevas disposiciones legales, las cuales consideran equivalentes a una prohibición de facto de la tauromaquia en la ciudad.
“La reforma representa una prohibición a la tauromaquia, pues elimina elementos esenciales de la misma y conlleva un cambio estructural que altera profundamente la naturaleza de la corrida de toros”, señala el documento.
Entre los puntos clave de la reforma aprobada por el Legislativo capitalino se encuentran:
• Prohibición de la muerte del toro dentro y fuera del ruedo.
• Obligación de devolver el toro vivo a la ganadería tras su participación.
• Prohibición del uso de objetos punzantes como banderillas, espadas o lanzas.
• Restricción del uso de capote y muleta, únicos elementos permitidos en el ruedo.
• Duración máxima de 15 minutos por toro.
• Protección obligatoria de los cuernos del animal para evitar lesiones.
La Plaza México enfatizó que estas restricciones eliminan los elementos fundamentales del toreo, como la lidia, la estocada y la faena completa, transformando radicalmente la esencia del espectáculo.
Además, el recinto advirtió que esta reforma podría tener consecuencias para la conservación del toro de lidia, una especie que, asegura, existe únicamente gracias a la práctica taurina. “Tendrá como consecuencia justamente la desaparición del toro de lidia”, se advierte en el texto.
Con capacidad para más de 40,000 espectadores, la Plaza México cierra así un capítulo histórico de la vida cultural y taurina del país, en medio de un intenso debate entre defensores de los derechos de los animales y partidarios de preservar una tradición con siglos de historia en México.
La decisión marca el fin de una era y pone en duda el futuro del recinto, uno de los emblemas de la tauromaquia a nivel mundial. Por ahora, no se han anunciado nuevos usos para el espacio ni posibles reconversiones del mismo. Lo único claro es que las corridas, tal como se conocían, no volverán a la Ciudad de México.