ENTREVISTA | Elisa Díaz Castelo: «los poemas que más me gustan funcionan como pequeños mundos que responden a sus propias leyes internas”

Compartir:

Oaxaca de Juárez, Oax.- En el marco de la edición 43 de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), la poeta y traductora mexicana Elisa Díaz Castelo participó en dos mesas de diálogo: “Cartografía de un lugar en llamas: poesía y medio ambiente” y “El texto como territorio”. Además, presentó el libro “Tapizado corazón de orquídeas negras” de Évolet Aceves, y dos de sus libros más recientes: “El libro de las costumbres rojas” (Elefanta Editorial, 2023) y el poemario “Planetas habitables” (Almadía, 2023).

¿Cómo te ha recibido Oaxaca? ¿Habías venido antes?

Sí. He venido varias veces porque me gusta muchísimo la ciudad y también los otros sitios de Oaxaca que he visitado. Me parece un estado con una riqueza cultural impresionante y con una variedad de parajes naturales gigantesca. Lo he disfrutado mucho.

¿Qué opinión te llevas de la FILO? Sorpresas y decepciones

A mi me gusta mucho que esta feria, no sé si desde su inicio, pero al menos los años que he venido, el anterior y este, veo que se enfocan mucho en las voces de mujeres. Les dan importancia a los libros escritos por mujeres y también a la escritura en lenguas originarias. Creo que mucha de la mejor literatura en México está sucediendo en lenguajes que no son el español. Porque no se les da el mismo valor no llegan a tantas personas, entonces, creo que cambiar el enfoque y hablar mucho más de las lenguas originarias es una excelente decisión.

Acabas de presentar Planetas habitables y El libro de las costumbres rojas. ¿Cómo has decidido el nombre de tus libros?

Planetas habitables porque pienso que un poema, o los poemas que más me gustan, funcionan como pequeños mundos que responden a sus propias leyes internas, que no necesariamente se acoplan a las formas de otros poemas, sino que inauguran su propia forma y, por lo tanto, funcionan como pequeños planetas en una constelación; en un sistema planetario, un sistema solar. Para mi este libro es eso, un sistema solar con muchos planetas que giran en torno a un centro gravitacional que es una pregunta o una búsqueda a fin que les de estructura a estos poemas.

Y El libro de las costumbres rojas porque hay un cuento que se llama “Las costumbres de las placentófagas”, cuyo nombre me gusta por extraño; pero pensé que era demasiado raro para llamar todo el libro así, y por lo tanto decidí que el libro iba a ser una variación de ese título, pero un poco más abarcativa, y justamente las costumbres o lo cotidiano es un tema al que vuelvo en el libro para darle la vuelta. Y por eso decidí que se llamara “El libro de las costumbres rojas”.

La vuelta, la otra cara ¿El terror de lo cotidiano?

Si, pues, lo siniestro. No sé si siempre desembocan en el terror estos cuentos, sino, quizás solo en el lado siniestro, lo que no se puede comprender, lo absurdo; es algo que me interesa mucho.

La lectura de tu poesía reafirma en mi la sensación de que la ciencia no basta para explicar la vida y la realidad. ¿Tú qué opinas?

Sí, sin duda. Pienso que muchas veces la ciencia, cierto tipo de científicos, creen que el único discurso valido para explicar el mundo es el discurso científico, y al contrario, yo pienso que hay muchas maneras distintas de explicar el mundo y hay muchas explicaciones distintas, y más que explicaciones hay preguntas. Y muchas de ellas tienen que ver con las artes, con lo literario, con la música y son explicaciones que son tan válidas como la ciencia, pero no tienen esa estructura tan sistematizada que tiene el discurso científico y justo por lo mismo tienen otras capacidades que la ciencia no tiene. 

En otros espacios has dicho que el lenguaje de los médicos te llegó a parecer muy árido, recordando la profesión de tus padres, y que eso te motivó, en parte, a jugar con él para crear metáforas. Yo, que estudio Derecho, quiero preguntarte: ¿qué opinas del lenguaje del derecho?

Me encantan los lenguajes técnicos. Y me gusta acercarme a los lenguajes técnicos desde la poesía para incorporarlos a lo poético, porque creo que tiene una gran riqueza, ofrecen un terreno muy fértil para la creación.

El lenguaje que yo tenía más a la mano era el médico y el científico, por mis padres, que se dedican a la medicina, pero también el lenguaje legal me parece que tiene muchísima riqueza y, sin embargo, no lo conozco lo suficiente para tratar de transportarlo a lo literario.

En algún momento. Ojalá.

¿Qué lugar han ocupado en tu obra las mujeres? Veía que has realizado algunos trabajos para rescatar la poesía de Alaíde Foppa, en otro de tus libros, “Proyecto Manhattan”, enfatizas el papel que tuvieron distintas mujeres en la creación de la bomba atómica. ¿Qué papel han jugado y juegan en tu narrativa y en tu poesía?

Siempre me han interesado mucho las voces femeninas en la literatura quizá porque yo misma soy una mujer y me identifico con esas experiencias y especialmente porque creo que al habitar en los márgenes del canon literario las voces marginales de pronto tienen unos hallazgos impresionantes y ven el mundo desde otro sitio, ven el mundo desde otro lugar, y pueden encontrar otras cosas, también por eso me interesan las voces de las mujeres y las voces de otras personas que no habían habitado el canon.

También has dicho que te interesan mucho las voces de los jóvenes poetas ¿A qué joven poeta has descubierto recientemente y que recomiendes leer?

Recomiendo mucho a Elvis Guerra, que es un poeta originario de Juchitán, que escribe desde la experiencia muxe y me parece absolutamente fantástico e innovador en lo que hace.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
Ir arriba