- Con la presentación del mural muertero, alistan todo para La Muerteada.
Barrio de San José, San Agustín Etla, Oaxaca.-“Fue tan larga la espera, y es tan poco el tiempo”, es una de las frases que año con año los habitantes de este barrio del valle eteco acuñan para referirse a la fiesta más importante para ellos: La Muerteada.
Pero ahora sí, “fue tan larga la espera” porque la pandemia ocasionó que, por dos años consecutivos, esta fiesta que es ya referente en las fiestas de muertos en Oaxaca, hiciera una pausa, una pausa que fue lastimosa para quienes cada año cuentan los días para vivirla en todo su esplendor, pues jamás en sus casi 100 años de vivirla, se vio interrumpida.
Este 2 de octubre, el Barrio de San José recuperó parte de su esencia. El sonido del chicote que ahora hizo antesala gracias a sus niñas y niños, quienes realizaban este sonido singular, es el anuncio perfecto de que la gran fiesta, está de vuelta y que las nuevas generaciones, vibran por vivirla.
El portón se convirtió, con el paso de la tarde, en el epicentro del sentimiento muertero, en donde los encabezados de La Cuna de la Muerteada, así como propios y extraños, iban a ser testigos de la develación del mural muertero, el que dicta el inicio de esta fiesta.
Para este 2022, el mural muertero rinde un homenaje a los que se adelantaron, una creación del artista plástico Javier Santos “Esmek”, quien, junto con los encabezados, le dieron el toque final para su entrega la tarde de este domingo 2 de octubre.
La cuenta regresiva inició, los días serán para la gente de este barrio los más lentos, pero el sonido de los espejos y cascabeles, y de los chicotes tronar en este barrio, son un aliciente para sus corazones.
Fotos: Abdiel Velasco Escudero
