OPINIÓN | Advocatus – Tribuna Pública

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Hoy 12 de julio, por si no lo sabe, es el Día de la Abogacía. Este día se instituyó en México, por Decreto Presidencial, desde 1960, para conmemorar a quienes se atreven a surcar el océano jurídico.

En aquel entonces, el Presidente de la República Adolfo López Mateos (gobernó México de 1958 a 1964), señaló esta fecha como el “día del abogado”, porque fue un 12 de julio, pero de 1553, cuando se llevó a cabo la primera cátedra de Derecho en la Real Pontificia Universidad de México, impartida por Fray Bartolomé.

La palabra abogado, proviene del latín advocatus que significa: “el que aboga por”, “el que auxilia”. En el marco del día de la abogacía, retomando el concepto anterior de abogado, en esta ocasión, se comentará la importancia de quienes abogan por alguien; porque todas las personas que presuntamente cometen algún delito, necesitan los servicios de un profesional jurídico, los presuntos culpables no pueden quedarse en estado de indefensión.

Muchas personas, ajenas al campo jurídico, no están de acuerdo en que un presunto culpable reciba una defensa jurídica adecuada en juicio. Como muestra, en México, tenemos el caso de Angélica Urbina, quien defendería a Giovanna “N” por la muerte de la niña Fátima, caso que conmocionó al país dado el móvil del asesinato; la abogada abandonó la defensa debido a amenazas de muerte.

Otro caso es el que se describe en la película intitulada: “22 de julio”, cinta que relata el atentado terrorista perpetrado en la ciudad de Oslo, Noruega; y en el campamento juvenil, ubicado en isla de Utoya, al Oeste de la capital, por el ultraderechista Anders Behring Breivik.

El terrorista Behring Breivik, acusado de asesinar a 77 personas, la mayoría adolescentes, designó como abogado defensor a Geir Lippestad, quien argumentó que su cliente actuó por “necesidad” ideológica, lo que implicaría una pena de prisión mínima. De acuerdo a la película, tanto Lippestad como su familia, sufrieron varios atentados, amenazas de muerte, incluso llegaron a considerarlo neonazi.

Curiosamente, tanto el abogado, como gran parte de la sociedad noruega, manifestaron ante los medios de comunicación que en un país democrático todas las personas deben tener un juicio justo.

En el artículo 20, Apartado B, fracción VIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se esgrime el derecho a una defensa jurídica adecuada. Para mayor comprensión se transcribe el contenido de este precepto:

  • A. […]
  • B. De los derechos de toda persona imputada:
  • […]
  • VIII. Tendrá derecho a una defensa adecuada por abogado, al cual elegirá libremente incluso desde el momento de su detención. Si no quiere o no puede nombrar un abogado, después de haber sido requerido para hacerlo, el juez le designará un defensor público. También tendrá derecho a que su defensor comparezca en todos los actos del proceso y éste tendrá obligación de hacerlo cuantas veces se le requiera, y…

Lo establecido en este artículo constitucional también se complementa con otros derechos humanos: principio de presunción de inocencia, formalidades esenciales del procedimiento, etcétera.

En cierta ocasión, una persona cuya formación universitaria ajena al ámbito jurídico les preguntó a estudiantes de la licenciatura en Derecho: “¿ustedes serán de los abogados buenos o de los malos?” el estudiantado confundido contestó con otra pregunta: “¿cuáles son los abogados buenos y cuáles los malos?” A lo que respondió: “los malos son los que defienden a puro culpable…”

Es difícil comprender que una persona que haya cometido el peor de los delitos, y que derivado de ello, haya roto el contrato social, se le asista jurídicamente. Aun cuando un profesional del Derecho, por sus razones personales, ética profesional, no decida representar a una persona en juicio; o en su caso, el imputado no designe a un defensor, el artículo 20 constitucional es muy directo, el Estado le nombrará un abogado de oficio.

Muchas felicidades a quienes decidieron ejercer este ministerio de la abogacía, su trabajo cotidiano enaltece esta noble profesión.

Al final, usted, tiene la mejor opinión…

Eduardo Bizuet

  • Ex Defensor de las Audiencias de la CORTV. Licenciado en Derecho, maestro en Derecho Constitucional y Administrativo, maestrante en Ciencias de la Educación. Desde 2010, es docente en las áreas de Derecho, Ciencias de la Comunicación, Ciencias Políticas, Ciencias Sociales y Económico-Administrativas.

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